miércoles, 24 de septiembre de 2014

 DULCES, PRINCESAS
Encima de tacones con punta de aguja
cruzan miradas princesas de cabellos de colores,
te dan un respiro con el parpadear de sus ojos
vestidos con pestañas pesadas que profundizan
encuentros previstos en cualquier momento.
Con el peso del cuerpo,
entre calles oscuras jugándoselo
como  si de una partida de póquer tratase,
caderas de amplitud donde perderse del mundo,
esconderse de realidades felices aparentes
que quisieran parar las agujas de un reloj
y quedarse sobre el cálido pecho dormidos
para siempre sin el peso de una duda.
Fieles a cualquier promesa
con una sonrisa puesta sobre sus cuellos,
el calor de un abrazo con valor determinado
que aquel que lo sintió vuelve en su busca perdido.
El mundo a sus pies en mitad de la noche
les sorprende con elogios mezclados
entre el dulce del membrillo y escamas de sal
 que escuecen heridas cosidas
con el hilo de ir en busca de peces.
Acompañadas del amargo recuerdo
del calor de las paredes
que les esperan de vuelta,
sonríen mirándose el ombligo
esperando que inicie la mañana
y abandonar el territorio transitado
por lobos feroces vestidos de corderos.
De la lluvia de la realidad
les cubre un paraguas con agujeros
que siempre llevan escondidos
en sus contorneadas espaldas,
esperando escuchar el sonido
de unas cuantas gotas caer
para abrirlos y salir del escándalo
que se escucha sobre el asfalto. 
Princesas que sueñan,
que guardan tormentas ajenas
y las transforman en plácidas primaveras
esperando componer una vida
de encantos propios que llevarse al alma.
Dueñas de mil historias al aire
que se quedan entre el tejido que las cubre a mitades,

que se reflejan en el charol de sus zapatos traidores...........

Mayte Pérez (Asfalto entre los dedos)

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