jueves, 25 de septiembre de 2014

"MI TROCITO DE CIELO EN TUS PUPILAS"
Sólo por volver a abrazarme a tu cariño,
por perderme un rato en tu recreo
entre la paz con la que me pintabas los hombros.
Sólo una vez más quisiera mirarme
en los ojos azules como el mar
que me abrieron caminos infinitos
pero siempre de tu mano,
subida a tu espalda,
mientras contábamos estrellas caer al infinito
e imaginábamos se se volvían luciérnagas
que cazar y llevarnos a alumbrar la habitación cómplice
de tantos cuentos para antes de dormir,
de tantos planes a tu lado, en tus brazos.
De tanto recordar olvidé
que emprendiste un viaje al país de nunca jamás y otra vez,
que aunque cierre los ojos no vas a estar al romper el alba,
que aunque cuente hasta diez,
no tocarás mi brazo y volverás a ganarme,
pecoso, cariño, piel de mi piel
gota dulce que habita en mi interior,
latido mío que abre paso a tu recuerdo,
al largo vacío de cuando abro la ventana al mundo
y se presenta ante mí no más que las ganas de pedirte,
de contarte retales impares,
de gritar que te amo una y mil veces y otras mil más,
de que una noche pidamos prestada la luz a una luciérnaga
y nos vistamos yo de princesa, tú de rey de los cielos
para combatir en las cruzadas
como cuando éramos un par de niños sinónimos,
complementarios infinitos,
cómplices sin fronteras...
De ti que tanto aprendí
hoy te busco sin querer en el recuerdo,
pues en mi olvido no habitas;
te busco en el fondo del mar,
en la flor del almendro que espera
a que subas a lo alto de su copa.
Y esperando tal vez,
algún día me de cuenta de que estabas tan cerca de mí
como lo está la niña de cabellos ondulados al sol
que siempre que me pierdo en su sonrisa,
tu voz me susurra como brisa estival,

con la dulzura de palabras que guardabas siempre para mí...

Mayte Pérez (Te quiero, otra vez)

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