domingo, 25 de enero de 2015

"MUDITO CORAZÓN DE LEÓN"


"MUDITO, CORAZÓN DE LEÓN"

30 de abril de 2012 a la(s) 23:38

Al margen del mundo,

 en una habitación de paredes de papel del color de la vainilla,

imagina Mudito, Corazón de León.

Inventa viajes en aviones de papel que vuelan como las gaviotas,

 caza caramelos cuando nadie le ve

 y duerme con tabletas de chocolate debajo de la almohada.

Mudito mira sorprendido a los mayores y no les entiende,

le gusta que le sonrían, pero tan solo un ratito,

 que no le invadan su rincón favorito,

 hecho de pilares de plastilina

 y con techo del cartón de la caja de zapatos de papá.

Cuando sea mayor quiere ser explorador,

 pintar mariposas en un lienzo de papel de arroz

 encontrar tesoros debajo de los ladrillos,

investigar cuerpos de princesas prometidas.

En su espalda lleva un saco que mamá le cosió de noche

cuando todos duermen y sueñan con un mundo mejor

y guarda en él un arco y unas flechas,

un cuaderno donde colorear sus sueños

y palabras que se quedan a mitad del camino.

Le gusta subirse a los árboles a mirar al cielo

y ver el tamaño de las cosas chiquititas,

que cree que le caben en la palma de su mano.

Le gustan los juegos de acertar

pensar que la luna es de queso

y algún día se la comerá entre el pan;

 cuando las nubes grises rompen a llorar

sale a oler las gotas que derraman,

 cayendo sobre su pequeña nariz

le gusta bebérselas y las cosquillas

que le hacen en las mejillas.

Mudito cree que el miedo no asusta

cuando salen las estrellas a brillar

y con su espada de madera

le gusta salir en busca de dragones

y personajes de cuentos malvados.

A sus pies tiene un camino lleno de maravillas,

el mundo entero en las palmas de sus manos

y vive rodeado de la fortaleza de un castillo

que está siempre en el aire,

esperando que suba algún día a jugar.

Sabe que el color  del cielo es para siempre

que algunas noches la luna no se refleja

en el estanque que hay sobre los pies de su cama,

que en primavera, las golondrinas, cada mañana

se sientan en el alfeizar de la ventana

 hasta verlo salir de la cama con colchón de plumas

 en el que tanto le gusta saltar

para colgarse la cartera del cole

 y emprender la aventura apropiada de su edad.

Cuando termina la primavera y él lo sabe,

se siente feliz porque irá a visitar a su mar

como cada verano y jugará con la princesa del instante

del color del azucar moreno con alma de gelatina,

que sólo habita en su mente para que nadie la pueda tocar,

la guarda entre sus manos y la esconde en la caja de zapatos de papá

con la que fabricó un techo muy alto y cada noche antes de dormir

la pone sobre su almohada para que lo proteja

de los monstruos imaginarios que viven en peceras.

Mudito es pasajero del tiempo sin cinturón de seguridad

sin piedras en los bolsillos, sin cordones en los zapatos,

pero cuando sea mayor vivirá en la torre del castillo

que flotaba en el aire mirando desde lo alto

el tesoro de su niñez reflejado en el estanque

 que hay a los pies de su cama,

por el que nada en busca del instante que le da la vida y le recuerda

que siempre se esconde Mudito Corazón de León

en la profundidad de su interior  junto al sonido del cascabel


 Mayte Pérez (Cuando te encontré en el espacio)

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